sábado, 11 de septiembre de 2010

Aniversario 109 de Puerto Iguazu. La cuidad de las Cataratas

Aniversario 109 de Puerto Iguazú

Iguazú, 109 años de incansable camino andado, de metas y sueños, de mirar irse y llegar gente, amores y odios, alegrias y llantos... Fuiste, sos y serás testigo del alma de cada ser que pise tu suelo.

Uno, no es de donde nace, es de donde elige cumplir sus sueños... Iguazú, gracias por ser mi hogar! Felicidades a todos aquellos que nacieron y eligieron quedarse en Iguazú y aquellos que elegimos soñar , crecer , amar y criar a nuestros hijos en esta hermosa y próspera tierra colorada.



Un poco de Historia

La fecha de nacimiento se fijó con la llegada del primer contingente de turistas a la zona, en el año 1901. Ya entonces, cuando aún no había siquiera una picada a Cataratas comenzó la apuesta para convertir a Puerto Iguazú en el gran destino turístico misionero y nacional. Hoy 800 millones pesos en obras ejecutándose refuerzan esta realidad progresista.



La Ciudad de las Cataratas que Victoria Aguirre despertó con sus 3.000 pesos fuertes para abrir la primera picada a las Cataratas, o la cuidada por el Ángel de la Selva, Marta Schwartz al cuidar la salud de los pioneros, luego impulsada por la magnánime responsabilidad social del “Papá Grande” de Iguazú, Eduardo Arrabal, despertó estrepitosamente hace relativamente poco tiempo. La estimación del propio gobernador Maurice Closs para quien hay obras por 800 millones de pesos en ejecución en este mismo momento no alcanza a mostrar la dimensión de lo que ocurre hoy en Puerto Iguazú.

Cerca de 20 por ciento más de población por año atraída por la demanda de mano de obra de todo tipo y expectativa de progreso, construcción de hoteles cinco estrellas, del sistema de red cloacal, de nuevas redes de agua potable, de escuelas, de avenidas, de barrios de viviendas y de plantas de reciclaje, hospital, el mayor centro integrador comunitario del país y una fantástica promoción del turismo que logró superar sus propios récords mes a mes en los tres últimos años, son solo parte del fenómeno.

Inmensas barriadas que parecen no tener fin, van marcando las curvas de crecimiento de la ciudad, donde indudablemente los próximos años seguirá el mismo ritmo de la mano del turismo, de la comprensión de los gobiernos de la importancia de convertir a Puerto Iguazú, en la gran meca de turismo sudamericano con beneficios económicos y sociales para todo el resto de la región.



Por ello el festejo de este aniversario marca un nuevo tiempo. “Todos tenemos que comprender la importancia del turismo como industria sin chimeneas, de gran ocupación de mano de obra para prestar los servicios que demanda, para mejorar nuestra atención a los miles de visitantes que todos los días están en nuestra ciudad”, afirmó el intendente Claudio Filippa.

El jefe comunal y el gobernador destacaron la inversión que se hace en la zona. La obra pública y privada supera todas las proyecciones que se pudieron hacer solo un par de años atrás. Hoy la comunidad vive una explosión económica motorizadora por los ingresos turísticos y la construcción y se superan todos los récords de turistas que llegan al atractivo más importante de Misiones y que está entre los preferidos para ser declarado por la organización Seven Wonder, como la una de las siete maravillas del mundo.



Cientos de obras privadas ocupan a miles de obreros de la construcción en Puerto Iguazú, incluyendo las obras de infraestructura básica para el crecimiento de la ciudad como la construcción de la red cloacal, la nueva red de agua potable, nuevas líneas de energía, la ampliación y modernización del hospital, de escuelas, colegios y universidades.

Los funcionarios públicos estiman que la ciudad ya cuenta con unos 70.000 habitantes, aunque la verdad se conocerá recién con el censo general del próximo año que echará un poco de luz sobre las proyecciones y podría colocar a Puerto Iguazú como la segunda o tercer ciudad de la provincia.

La cantidad de viviendas y locales comerciales en construcción también muestran a las claras que los vecinos y pequeños inversionistas ven también el futuro en el mismo rubro inmobiliario, o deciden invertir en la casa propia gracias a los recursos que brinda la nueva Puerto Iguazú .

Un problema que sigue vigente para mejorar la realidad de toda la comunidad es la capacitación en turismo, idiomas, servicios, administración de empresas y todo aquello que requiere la creciente industria turística.



Lo siquiente fue escrito por una colega y amiga, periodista nata con un corazón de oro. Es un honor poder compartir con ustedes el relato de un poco de su historia en la tierra que amo. Gracias POM por darme este Gustito. Ella lo tituló " Gente Sencilla", para mí seria "Corazónes con Patas".

Gente Sencilla

Un lugar forjado por gente sencilla, trabajadora y con poca “escuela” como muchos suelen decir, pero llena de historias de compromiso, humildad y sacrificio. Llegaron desde lejos, por barco, con la esperanza de mejorar sus vidas, cumplir sus sueños de tierra y de un lugar para vivir, así nació mi Iguazú, así se formó.

Lugar que esta en manos de todos aquellos que sentimos que este es nuestro lugar en el mundo, con la eterna creencia de que será el lugar donde nuestros hijos continuarán sembrando para cosechar.

Buscando un poco de la historia, conversando con las familias pioneras, comencé a recordar inevitablemente a mis abuelos que ya no están, la historia que dejaron en las manos de los que los continuamos y es ahora es también la nuestra, esta, que junto a otros tantos fue sembrada por mis abuelos.

Mi abuelo se llamaba Alberto Isax Avalos, inscripto así por gente que no conocía el nombre en la biblia, nació un 25 de marzo del año 1926, pero lo anotaron 30 de abril de ese mismo año, en Cerro Cora, colonia a pocos kilómetros de Cerro Azul, camino a Posadas. Luego de hacer el servicio militar, en Posadas, se vino a trabajar al Alto Paraná, instalándose en Puerto Bemberg, hoy conocida como Puerto Libertad, consiguió ahí un trabajo en el “yerbal”, como tarefero, después comenzó a realizar otras tareas, el sueldo era pagado con vales, nunca se pagaba con dinero, solían decirles, que no les haría falta si podían llevar lo que necesitaran del almacén y en ese tiempo la creencia era de que había que escuchar los “consejos” porque sino comenzabas a sobrar.

En 1948 pudo a duras penas comprarse un pasaje en barco, llegando así a Iguazú a bordo de “el Guaira”, que lo dejó en el Puerto Aguirre, como se llamaba entonces el puerto de Iguazú. Comenzó trabajando en el hospital como peón de patio, cuando recién se inauguraba el hospital, en ese tiempo se lo llamaba Regional Nacional y era administrado por Don Morioni y un doctor de origen Polaco, el Dr. Poreba, años después consiguió un ascenso, al cargo de chofer, así que sacó su carnet que lo habilitaba para manejar, consiguiendo así una mejor remuneración, era uno de los mejores sueldos de la época.

Trabajando acá se casa con mi abuela, Elena Edmunda Días, hermana mayor de mi tía abuela Rufina, nacida en Puerto Gisela, cerca de la localidad de Corpus, en la colonia, en el año 1920, un 16 de noviembre de ese año. Ambos ya se conocían de antes, porque sus madres era comadres, cuenta mi tía, que fue la mi bisabuela materna la que intermedio para casarlos a ambos, consideraba que mi abuelo era muy buen hombre para su hija.

Ella comienza también a trabajar, como mucama del Director del Hospital y de los maestros de la escuela al comienzo, tiempo después ingresa en la Administración del Hospital, hasta que comenzaron a dictarse los primeros cursos de enfermería aquí en la zona, luego de eso y por más de 32 años, Doña Elena, fue enfermera, trabajando principalmente en el sector de maternidad, era “partera”. Ambos compraron un terreno a parques Nacionales en uno de los últimos barrios donde todavía pudieron hacerlo, hoy es Villa 14. Tuvieron una sola hija y tres nietos.

Es por ese motivo que el hospital, donde trabajaron ellos tanto tiempo y donde hasta yo tuve la suerte de crecer viéndolos realizar sus tareas diarias, es uno de los lugares iconos en mi historia, allí compartieron junto a muchas otras familias, distintas anécdotas, mi mamá que creció ahí, cuenta siempre como jugaba en un árbol “gomero” que estuvo durante mucho tiempo en el patio de atrás del hospital, hasta que un día la doctora Marta Schwartz, corto las ramas, por lo peligroso que significaba para las criaturas jugar ahí. Recuerdo también que mi abuelo contaba orgulloso que los “Chivatos”, fueron plantados por el, estuvieron por más de 50 años en ese lugar, algunos ya no están.

Historias así, miles de historias sencillas, encontramos a diario en el recuerdo de la gente que vivió lo que hoy Iguazú ya no es, un lugar en la punta del país, donde se puede conseguir un terreno para plantar, trabajar y criar una familia, fueron las esperanzas de esta gente la que los trajo al medio del monte, donde los únicos caminos entre las casas eran picadas y donde tanto mis abuelos y muchas otras familias, cumplieron sus sueños.

Silvia Martinez(periodista y soñadora de Iguazú).