lunes, 24 de mayo de 2010

Entre Lineas

Lo vi, me paralizó. Te conozco de antes, pensé. Da miedo, el corazón se acelera, voy acercándome con temor por este sentimiento, paso a paso cruzo la puerta que nos separa. Ya estoy acá, miro a mi alrededor, sólo existe el arte, vos, yo y esta sensación. Nuestro primer encuentro y ya serás parte de mi piel, llevaré tus trazos en mí, toda la vida. ¿Que hago acá? Pero es tan lindo!...Cómo le digo ahora que no estoy segura, que tengo miedo de arrepentirme, que no sé que pasará si se enteran.¿ que hago? Ya está, lo hago y listo, este día tenía que llegar, ya le dije que sí por teléfono, le pedí que me esperara, ahora ya está.
Me preguntas “¿esto es lo que querés?”con vos quiero todo hasta el fin de la eternidad. No emití palabra, solo sonreí pero me entendiste. “Empecemos, ponete cómoda, ¿estás segura? No hay vuelta atrás” afirmaste. No quiero ni tengo seguridad, la seguridad mata la ilusión y mi ilusión desde que te vi es que llegues más allá de mi piel, que traspases la frontera, que derribes el hierro de mi corazón. Si segura.
Te sentaste, prendiste un faso, el humo invadió el lugar mientras buscabas poner algo de música.“¿Qué te gusta?” Vos me gustas, entero, de pie a cabeza, tu sonrisa, tu vós, tu mirada, vos, todo. Me gusta el rock nacional, te dije. “Entonces ponemos algo de la Bersuit ¿querés?”Retrucaste. Justo la Bersuit, con todos los temas que me hacen acordar a él, no podías decir otro grupo, justo La Bersuit. Me encanta, buenísimo.
Comenzó a sonar Perro Amor Explota, nada mejor para la ocasión, mirabas de reojo mientras me quitaba la remera. Que lindo sos, te comería a besos. Comenzaste a mezclar colores, sonreíste, hablabas técnicamente con palabras que no entendía pero sonaban súper sofisticadas, seguías sonriendo dándote cuenta que estaba en tus manos.
“¿Lista? Vas a sentir un poco de dolor pero nada que no se pueda soportar”. Me tocaste, se iriso la piel de todo mi cuerpo, comenzaste despacio por la nuca, tu huella digital dibujo una línea perfectamente recta, trazada muy suavemente hasta un poco más abajo de la cintura. De golpe, el ruido, achicaste el espacio que había entre nosotros y comencé a escuchar tu respiración detrás de mí. No me hagas esto por favor, siento que voy a explotar, tu aroma es lo más delicioso que existe, justo ahora apareces en mi vida cuando no buscaba a nadie, cuando mi vida estaba encaminada. ¿Por qué esa mirada tan triste? ¿Sos feliz? ¿Estarás buscando un amor para que te acompañe por las rutas que quieras recorrer de ahora en mas? Igual no sé que pienso si no lo voy a volver a ver.Hoy nos vemos por primera vez y yo con esta locura del amor, él tiene que hacer lo que le pedí y listo, nada de meter el amor en el medio. Sólo soy una minita más que enrieda en esa mirada, las chicas me lo dijeron pero quien se resiste a esa expresión triste pero dulce, con esa imagen de chico malo pero súper tierno, metalero al palo, tatuado, pero tan caballero.
Ay, duele! Suspiré. “Tranquila”, susurraste cerca de mi oído,“yo te cuido, cuando quieras que paremos me avisas ¿si?”Asentí en silencio.
La música fue acoplándose en el momento, era parte de nosotros ese PACTO que se mezclaba con el aroma, con los suspiros.
Comencé a sentir un dolor raro, era una mezcla de sentimiento y placer. El dolor se apoderaba de la situación por momentos pero al sentir tus manos sobre mi piel me olvidaba que estaba ahí, era como si nos transportáramos a otro lugar, en otra circunstancia y lo disfrutaba. Despacio recorrías los espacios de mi cuerpo, aquellos que habíamos pactado, me llamó mucho la atención tu firmeza para hacerlo, esa inteligencia que hace que no copies nada ni a nadie, todo un artista, mi artista, el que hace arte en mí, el que hace arte conmigo.
Luego de un par de horas de dolor mezcladas con placer por fin terminamos, sin querer una lágrima cayó por mi mejilla. Nada va a ser lo mismo, cada vez que me mire lo voy a recordar, la gente me va a ver distinta, seguro me van a preguntar. El ruido se convirtió en silencio, el humo ya había desaparecido y ahí estaba yo, bocabajo, semidesnuda. Ahora abrázame, no te alejes, que el tiempo pare, no quiero que este momento sea del pasado.
“Listo, ya terminamos, te la bancaste bastante bien”, justificaste. Ahí tenés un espejo.
Como pude me levanté, tapándome con las manos los pechos, miré mi espalda, su marca estaba ahí, iba acompañarme hasta el último día de mi vida.
Me encanta, era lo que quería, gracias, exclamé. Con brillo en los ojos dijiste, “ fue un placer…Vení que te curo!”Ojala pudieras curar ese desamor que dejé lejos, que no puedo ni quiero borrar, que hoy plasmaste en mi piel. Qué loco!, vine buscando tatuarme para reflejar que el pasado siempre estará sobre mi espalda como una mochila que no se puede quitar, esto que me recuerda no volver amar, sufrir, llorar por amor, lastimar, y te encuentro, reviviendo esos sentimientos en mí. Ya sé porque creo que te conozco de antes, tus gestos son los de él, son tan distintos paro tan iguales.
Prendiste otro faso, nuevamente ese olor se apoderó del lugar. Volví acostarme boca abajo y una refrescante sensación alivio el ardor de mi espalda. “Curalo con esta crema, volvé si tenés algún problema”. Miles de problemas tengo o los inventaré para volver a verte.
Gracias, igual no creo que hayan problemas, ahí esta la plata, te voy a recomendar con mis amigas. Después que les cuente lo de hoy seguramente se van a querer hacer un tatoo.

Este relato es para todos aquellos que preguntan por qué el tatuaje se hace vicio… y por qué buscamos siempre volver a hacernos uno más… detrás de un tatuaje siempre hay una historia de amor!...

1 comentario:

Leito dijo...

Cuanta verdad...el amor hace que te escraches algo para toda la vida, en mi caso el amor por la musica, por una banda...
Y el proximo tatoo es por el mismo amor, pero esta ves por mi banda!!que por mas que se termine mañana, es algo que me va a quedar para toda la vida!!
Beso Jorja!!