sábado, 23 de febrero de 2013

REDES SOCIALES, "AFTER OFFICE" E INFIDELIDAD

Las redes sociales junto a los After Office juegan, hoy por hoy, un papel importante para la unión de parejas pero es un arma de doble filo ya que “los comprometidos ya relacionados” tienen acceso ilimitado a la infidelidad.

Misiones es la décima provincia con más infieles en Argentina. Este informe lo publica AshleyMadison.com determinando cuales son las ciudades con más piratas, basado en el número de usuarios inscritos en esta red social de citas extramaritales a lo largo y a lo ancho de la Argentina, donde más de 97.000 usuarios disfrutan de este controversial servicio. Mar del Plata es el lugar número uno donde se registran la mayor cantidad de infieles per cápita y también el lugar de destino familiar por excelencia cada verano. Segundo lugar, Rosario, con la bandera de la infidelidad femenina flameando por las calle. Salta, la linda, cierra el podio con el tercer puesto, esta ciudad norteña es un oasis para los tramposos del noroeste argentino, la capital salteña cuenta con la mayor cantidad de inscriptas mujeres.

En el cuarto lugar se posiciona Bariloche. En el quinto lugar se encuentra la Capital Federal, que se caracteriza por infieles lujuriosos que juegan a varias puntas, “tres es multitud” es una frase prohibida en Buenos Aires, aquí está la mayor cantidad de usuarios que tienen más de un amante al mismo tiempo. Le sigue Córdoba Capital, con piratas muy tecnológicos, tiene la mayor cantidad de usuarios que se conectan a AshleyMadison.com desde teléfonos celulares. El ranking continúa con Tandil en el séptimo puesto, seguida de Santiago del Estero y de Quilmes.

El décimo lugar de este listado de ciudades infieles lo ocupa Posadas. La capital de Misiones se caracteriza por tener la mayor cantidad de internautas que están casados y tienen hijos. Lo importante es la familia, pero la gente de Misiones también se permite ciertos deslices.

Más allá de estos números de infieles internautas pluralizados por todo el país, otra de las características en común es que como lugar del encuentro “face to face” utilizan los After Office.

Cada vez se hace más frecuente “trabajar” horas extras. Es el lugar ideal para relacionarse poniendo como escusa al mal jefe que obliga a trabajar un par de horas más. Según un sondeo, el 54% de las personas que van a estos lugares admiten ser infieles. Los hombres van de saco y corbata y las mujeres de trajecito. Son gerentes, empleados administrativos y secretarias que buscan una noche de sábado a mitad de la semana, sin trasnochar. Ideal, dicen, para salir de "trampa".

Los after office copiaron la costumbre de los estadounidenses de salir del trabajo y pasar por un bar a beber unas copas. En el país, aparecieron a fines de 2000, pero ganaron popularidad cuatro años después con el crecimiento de los turistas extranjeros. Hoy en día ya se hicieron una parada obligatoria después del término del día aboral. Y de a poco, se fueron transformando en lugares para ir en busca de algo más que tragos. Según un estudio realizado por la Universidad de Ciencias Empresariales y Sociales (UCES), el 54% de los hombres que concurre a los after office admite ser infiel y el 33% de las mujeres dijo que vivió una aventura amorosa.

Gerardo, propietario de uno de estos lugares descontracturantes, afirma que “se consume más alcohol que los fines de semana por la promoción del happy hours, donde aprovechan el 2x1, comienza cerca de las 19:00hs, y la mayoría abandona el lugar poco después de la media noche.

En los after office casi nadie baila y la música que se pasa es de los 70, 80 y 90 o de tres años atrás. Según el estudio de la UCES, aquellos que están de novio van a los after office cada 15 días. En cambio, los solteros, los casados y los divorciados van todas las semanas. Son de clase media alta y alta, y tienen entre 20 y 40 años. A los mayores de 30 años les gusta porque pueden encontrar personas de su misma edad, afirman.

Los habitués de los encuentros de horas extras afirman que la tecnología y estos bares de moda son la pareja perfecta para llegar a la infidelidad ya que el “coqueteo” comienza en las redes sociales y se “concreta” en los after office.

FESTIVAL DE BLUES DE VERANO: LAS OTRAS FORMAS DEL BLUES

Lejos de lo masivo, esta nueva edición del festival blusero se destacó por contar con artistas que explotan el costado acústico y que le dieron un salto de calidad. El cierre estuvo a cargo del prestigioso Cisco Herzhaft.

 (Sábado 9 de Febrero / La Trastienda Club)

Música Originaria de las comunidades afroamericanas de Estados Unidos, canciones de oración, de trabajo, rimas inglesas narradas, y gritos de campo se escucharon en San Telmo en la cuarta edición del "Buenos Aires Ciudad Blues" veraniego, festival de nivel internacional que, durante la primera jornada, contó con la presencia del Coro Gospel Joy, Goyo Delta Blues, Gabriel Grätzer, The Big Bones (Colombia) y Cisco Herzhaft (Francia). El énfasis estuvo puesto en el Country Blues.

La noche fue inaugurada a las 21:05 por el Coro Gospel Joy, integrado por Adriana Gómez, Julia Rodríguez, Fabiana Beatriz García, Nori Winter, Sandra Rojas de Maiale, Marcela Gayoso, Viviana Torres y Graciela Caputti (altos); Graciela Belgrano, Guillermo Acosta, Pedro Piñeiro, Leo Bastianelli, Sandro Samudio, Carlos Graña, Sebastián Efron y Matías Alvariza (tenores); Rosa Medina, Mónica Ingratta, Natalia Centurión, Vero Mastandrea, Nadia Rossi, Jimena Iturre, Liliana Pérez, Luana Orfao y Anto Riolo (sopranos); con dirección de Amado Acosta y Victoria Ponisio. Con mucha alegría y voces para envidiar, el coro deleitó al público con temas como “I've got a reason”, “Your are good” y “Victory para The Memphis Boys”, entre otros. Se cerró el telón y luego de una pausa de diez minutos, salió al ruedo Goyo Delta Blues.

Con su voz, dobro y armónica, Goyo compartió temas como “Big Road Blues” y “Come on my Kitchen”, como así también “El árbol del oso”, un trabajo que compuso en Diciembre del año pasado cuando concertó 10 temas en 4 horas.

A las 22:15 hs, luego de un break, el talentoso y carismático artista argentino Gabriel Grätzer supo ofrecer una performance bluesera de lujo, acompañado por Diego Garcia Monteiveros en contrabajo y Rodrigo Benbasat. El set comenzó con "Night Time is The Right Time" y "Black Rat Swing". Siguió con "Make me a Pallet on the Floor" y "I'm Gonna Lay down my Old Guitar". Mientras que el cierre del trío Gabriel Grätzer & The Big Tequilas fue con "Highway 49 Blues". Por último, Grätzer cantó a capella con la gente "I Need another Witness for My Lord", “un Gospel de Iglesia de principios del siglo pasado”, contó el músico.

En exclusiva para Esquina Rock, Gabriel Grätzer dio su parecer sobre esta edición: “Este festival fue genial por dos motivos: el primero porque, por fin, una producción ‘abre’ la cancha y se anima, tanto este finde como el que viene, a incursionar en las formas más ‘acústicas’ del Blues, más allá de los colombianos; y segundo porque la calidad y la calidez de los artistas, la mayoría desconocidos para el público en general, me parece que sorprendieron, y eso les da una nueva medida de que el Blues no es sólo Clapton o Vaughan o las guitarras ‘al palo’, sino que hay otras formas”.

Este talentoso blusero le puso un toque especial a la noche haciendo sentir al público parte interactiva de su show. A las 23:05 llegó el turno de Jonne Pineda (primera guitarra y voz), Eduardo Maya (piano), Roberto Úsuga (bajo) y Nicolás Guevara (batería), más conocidos como The Big Bones. Los colombianos interpretaron, con excelente nivel, temas como “Wonderful Tonight” y “Señor Blues”. “La idea es dejar algo del alma nuestra, algo de blues”, dijo Jonne más allá de haber aclarado que no fue un muy bien día para él.

Un momento único se vivió cuando se dio un silencio absoluto segundos antes de que comenzara a sonar “Chocolate Jesús”, cantada a través de un megáfono que provocaba un sonido único, como viejo, transportándonos a otra década. Y el telón se cerró.

Cisco Herzhaft fue la frutilla del postre de la cuarta edición del festival de blues. Este guitarrista francés, popular por su técnica de deslizamiento juego y su dedo picking, fascinó a todos aquellos amantes del género. Amante de la melancolía y ragtime, puso en marcha un show con todos los condimentos. Guitarrista nato, explosivo y carismático, conquistó a más de una de las mujeres presentes con su encanto. “No voy a tocar mucho hoy, me duelen los dedos”, dijo mientras sonaba “The joggin' boogie”, “The Mississippi Blues” y "I feel like a warrior", entre otras. Durante su set, el francés hizo bailar y cantar a los atónitos espectadores. “Tanto he tocado y nadie me dio nada para tomar”, exclamó cuando, de repente, una señorita apareció con un vaso vacío y luego con una botella de Red Label etiqueta roja para cumplir con el sediento músico, quien además de saciar su sed comenzó a tocar “Et le verre de Whisky” con el vaso de vidrio.

Ovacionado, Herzhaft se despidió dando por finalizado esta excelente fecha en La Trastienda, y dejando el crédito abierto para la segunda jornada que se llevará a cabo el próximo sábado.

 nota en : http://www.esquinarockweb.com.ar/nota.php?id=15053#.URqGtKU9-75