martes, 21 de mayo de 2013

IVÁN NOBLE Y SU VIAGRA

Cronista itinerante llegó al ND Ateneo para ver el cierre de Historia Clínica. Cómo fue el cuarto polvo del ex vocalista de Caballeros de la quema. (Por Jorgelina Bonetto)

Iván Noble puso fin a Historia Clínica en el ND Ateneo. Fue el viernes el último de sus cuatro conciertos en Buenos Aires, a sala repleta repasó los mejores temas de sus últimos 20 años de carrera.

“Volver al pasado nunca es fácil”, dijo el ex vocalista de Caballeros de la quema cuando el ND explotó al verlo llegar caminando despacito sobre el escenario con su guitarra a cuesta tocando los primeros acordes de “A pan y agua”. Como si fueran una sola canción, pagado sonó “Patri” como reviviéndola con fuerza. Faltaban minutos para las 22 y el show recién comenzaba.

La sala repleta se dio cuenta de que esta noche sería verdaderamente un “volver atrás” muy emotivo. Un repaso de la historia clínica de un cantante enrroscado en sus canciones, pero que deja bien en claro lo que quiere decir. Después llegó la presentación de un “cuarto orgasmo”, según el cantante, donde el público es el viagra. Siempre aclarando que volver atrás no es nada fácil pero que tarde o temprano es bueno hacerlo.

Una mezcla rara de presente y pasado se dio al escuchar “La propina”, “Todos y dios es 9”, “La chica que nadie saca a bailar” y “Princesa Tibia”. Lo que seguiría nunca era predecible, las canciones de antes y de ahora iban y venían en el repertorio. Más de dos horas.

“Por el año 2000, donde teníamos que cantar en Cemento a las 6 de la mañana, era de maricones cantar alguna balada pero con mucho coraje, a veces, lo hacíamos”, dice Noble con cara de nostalgia y dicha. Ahora suenan los acordes “De mala muerte”, tema cachondo de “Caballeros de la Quema”.

Luego, un poco más intimo y a modo de acústico, se escuchó “A los leones”, “Parte por Parte”, “Cuatro de copas” y “Fe de erratas”.

“Que te dejen a los 20 años no es lo mismo que a los 40. A esa edad te parten el alma. En esa oportunidad escribí “La noche que me echaste” como contracara de “El día que me quieras”. Después mencionó a Victoria, ese veinteañero desengaño amoroso que hoy vive en Ushuaia y que tiene tres hijos.

Recitando empezó “Milwaukee” y el silencio se apropió de la plateo, como si todos estuviéramos viendo la sangre de esa mujer a la que se hace referencia.

“Como el cangrejo”, “Hasta estallar”, “El chico de los mandados”, “Fulanos de nadie”, “Olivia”, “No cuentes conmigo”, “Sapo de otro pozo” y “Otro vaso y me voy”, hicieron poner de pie a la mayoría que cantaba y bailaba junto al bonaerense. Una vez más volvió el clima acústico al escenario. “Cuando uno tiene un hijo el mundo tiene un rehén”, aportó Iván y “Bienvenito” conmovió hasta el más frío oyente. El repertorio siguió con “Mientras haya Luces de bar”.

“Gracias a todos por este polvazo gente, ustedes fueron el viagra de esto”, así finalizó este músico carismático que durante estas más de dos horas no dejo de interactuar con su público. Para terminar no faltó “Avanti Morocha” y “Oxidado”. Así, como si el tiempo no hubiese pasado, terminó Historia Clínica.

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