domingo, 15 de enero de 2012

Puentes, no abismos...

Después de la tormenta siempre llega la calma, un dicho que vino a mí minutos después que escuché los términos “emergencia económica y ambiental” el pasado miércoles en la sesión extraordinaria del Concejo Deliberante. El tema es cómo pasar la tormenta, ¿que pensar, que sentir, que observar?
Claro que la primera sensación fue tristeza, “se nos vino la noche” exclamé como cuando el cielo se pone negro a las 3 de la tarde y comienza el “tormentón”. Pero al analizar unos minutos y mirar mas allá, a lo lejos, una luz de esperanza asomaba, “la esperanza es lo único que se pierde”.

Una emergencia económica, por más que suene terrible, no es nada más que eso, una coyuntura, una combinación de elementos y circunstancias que caracterizan una situación, no es algo que se instala para siempre, sino que permite aclarar el panorama, “cuentas claras conservan la amistad”, pero para tener las cuentas claras hay que hacerlas.

No es que lo tomé con naturalidad al tema, ni mucha menos, esta emergencia iguazuence es el correlato de circunstancias anormales que se tienen que normalizar para seguir adelante. Si todo se hubiera hecho cuando se debía hacer no estaríamos abriendo el paraguas para no empaparnos.

La falta de conocimiento del actual gobierno de la situación económica del municipio, el no contar con un presupuesto aprobado es lo que conlleva a tener que contar con un tiempo prudencial para poder hacer un análisis exhaustivo de la situación económica del municipio.

Pero las tormentas no duran para siempre. Lo importante es que se aclare el panorama, así que, Señores, no se olviden que después de la tormenta siempre llega la calma, tengamos paciencia en saber esperar con sabiduría lo que depara el destino y sus nuevos gobernantes, mientras tanto tratar de que esta tempestad cause los menos daños posibles. Y construyamos entre todos “Puentes”, no “abismos”…

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